Jesús Nazareno

Jesús Nazareno
Alabar Este Sentimiento.Sentimiento Siempre Verdadero, Siempre Presente, Creciente, Creyente. El Sentimiento, La Alegria y el Orgullo de Ser NAZARENO

PAGINAS Añadir nuevas páginas automáticamente

martes, 13 de octubre de 2009

¿ QUE SIENTE UNA COSTALERA ?

Seguro que hay mucha gente que no logra entenderlo, gente que no es creyente o que siéndolo, simplemente, nunca ha estado debajo de un trono de Semana Santa. Éstos nunca sabrán qué es lo que siente un costalero, llevando un trono sobre sus hombros o sobre su nuca.

Yo soy costalera desde hace ya ocho años. Pertenezco a la Hermandad de Jesús Nazareno y Santo Cristo en la Agonía, y en Jueves Santo por la tarde procesiono a mi Cristo, al Cristo de la Flagelación, o como popularmente se le conoce " el amarrado a la columna ".

Cuando siento el trono caer sobre mi hombro derecho, un escalofrío me recorre todo el cuerpo, es algo que no se puede explicar, al menos con palabras. Supongo que un costalero sabe a que me refiero. Sé que mis compañeras sí me entienden, me siento orgullosas de ellas, de mis hermanas costaleras, cuando salimos juntas a la calle. Y se nota cuando el sentimiento es mutuo porque miro a algunas de ellas, me miran, y nos sonreímos cuando vamos a salir de la iglesia, son miradas de complicidad que duran un instante, justo antes de cargarnos el trono.

Cuando regresamos, cuando lo devolvemos a su casa, nos abrazamos, nos sentimos bien, doloridas, pero satisfechas, porque Jesús ha vuelto a salir a la calle un año más sobre nuestros hombros, y porque por unas horas, su peso, el que él llevó, su sufrimiento, el que él pasó durante sus últimos momentos, ha sido el nuestro.

Hace un par de años me prometí que no volveria a sacar a mi Cristo a la calle, me falló cuando más lo necesité y me permití enfadarme con él. Es curioso, cuando sufres, cuando la vida en si misma te hace pasar momentos dolorosos, lo pagas con lo que más a mano tienes, la fe si eres creyente. Me pregunto a veces con qué lo pagan los que no creen, ellos no tienen a que agarrarse cuando las cosas van mal. Al fin al cabo, eso es la fe, algo confortable a lo que pedir ayuda cuando la necesitas y a lo que echarle la culpa cuando estas en un mal momento, olvidándonos, egoístamente,de dar las gracias cuando todo nos va bien.

Pero hoy creo que tener fe no debería ser sólo eso, debería ser un aliento a seguir adelante, a luchar por algo, por alguien o por ti mismo.

Por eso saco a Jesús a la calle un año mas, porque sé que lo más sencillo sería no hacerlo, seguir enfadada, con él, con el mundo y con mi fe, por haberme quitado un día el alma. Yo elijo lo difícil, salir en Jueves Santo con mi Cristo en el hombro derecho, con la misma fuerza, devoción e ilusión que el primer día, como si ella (mi alma) me acompañara y me estuviera viendo debajo de mi trono como cada año hacía, porque en mi interior sé que lo hace.

Por, Carmen María Solis Lumbreras dedicado a todas las personas que han perdido un alma.


Devoción y Sentimiento en la Semana Santa de nuestra provincia.


Lanza, Semana Santa 2009 Viernes, 3 de Abril del 2009.









1 comentario:

Anónimo dijo...

Tras leer tu entrada, Carmen, francamente envidio no saber que siente una costalera... Tampoco conozco la fe, ni en Dios ni en nadie...y te puedo decir que a veces es un vacío insoportable...Hay días en los que echo de menos tener fe...Igual que tu hace un tiempo perdí mi alma, perdí lo que más fuerzas me daba en este mundo...no me enfade con nadie ni culpe a nadie, no pude, no supe con quien enfadarme ni a quién culpar...y aquí sigo con un vacío dentro esperando que algún día encuentre como llenarlo, hasta entonces seguir aparentando