QUÉ FACIL ES HACER HERMANDAD DE CORAZÓN EN UNA HERMANADAD DE PASIÓN

Hace casi 20 años que pertenezco a mi Hermandad, una Hermandad de Pasión, que representa eso, la pasión, muerte y resurrección de Jesús los días de Jueves Santo, Viernes Santo y Domingo de Resurrección.
Hace unos 10 años que deje la cera del farol que portaba como penitente acompañando a Jesús Nazareno y a mi Cristo y me convertí en costalera. Aún recuerdo mi primer ensayo, el tallaje en la cuesta de la calle, todas las que comenzamos, aquél día, esta aventura puestas en fila, nos midieron el hombro con una cuerda como nivel. Ya teníamos nuestro lugar en un trono que aquel año empezaba su andadura con costaleras, por primera vez en nuestra Hermandad. Yo tenia 18 años y pocos pesos y preocupaciones con los que cargar. Con el paso de los años me he dado cuenta del simbolismo de cargarte a un hombro durante unas horas en Jueves Santo, el peso que quizás otros soporten todo un año, algunas veces incluso sin saberlo, como el peso que cargó Jesús, el peso del hombre, de las mentiras, los engaños, los pecados, las penas, los errores de la sociedad que aún hoy sigue sufriendo en su propia cruz.
Tengo muchas cosas que agradecer a mucha gente, gente que pasa por tu vida ofreciéndote cosas y luego desaparecen, gente que se queda y gente que se ha ido para siempre.... como también tengo mucho que agradecer a muchas de mis hermanas costaleras, algunas llevan a mi lado estos 10 largos y cortos años, según se mire, otras han ido llegando, otras se han ido, con muchas de ellas he compartido risas, preocupaciones, alguna que otra discusión y con bastantes de ellas amistad, con mis Hermanas Costaleras como a veces nos llamamos. A todas las que han metido el hombro bajo nuestro paso alguna vez, gracias.
Creo que el día que deje de ser costalera del " Amarrado a la columna" echaré en falta muchas cosas, el día del Jueves Santo, cuando lo primero que haces al levantarte es salir al patio y mirar al cielo," ¿ lloverá ?" " por Dios que no llueva", y piensas, " dos meses de ensayo a la basura", pero no, no creo, que esas noches de ensayo, esas horas compartidas, ese mirarte en los ojos de las demás cuando nos duele todo el cuerpo, después de dos horas de ensayo dando vueltas al recinto haga frió o calor....
Transcurre el día, comes temprano y se te hace un nudo en el estomago ya queda poco, unas horas y salimos. Bajas al guardapasos y lo miras, esa mirada de tu Cristo que se te clava en el corazón, no ves flores, ni trono, ni nada, sólo lo ves a él. Alguien de la directiva se te acerca y te dice," esta bonito, eh?, ha quedado muy bien", tu asientes con la cabeza y no puedes dejar de mirarlo, dentro de unas horas lo tendrás en el hombro, saliendo de la iglesia y recorriendo las calles de tu pueblo en medio de un silencio interior que te hace pensar muchas cosas, recordar muchas cosas y sentir muchas cosas.
La primera levantá en la calle es como un cosquilleo que te recorre todo el cuerpo, y en un suspiro oyes a los capataces dándote ánimos porque ya vamos a entrar en la iglesia, que no termine la marcha, que no acabe el dulce sueño, vamos a dar la vuelta, que aún no siento el cansancio aunque me falte el aliento, que no es dolor lo que noto aunque el varal se me clave cada vez más hondo en el hombro.
Muchas gracias a todas y todos lo que hacen posibles que cada año sea más bonito, que cada ensayo se compartan más cosas, y cada vez que llevamos al Cristo a casa sea una satisfacción para nosotras y para todos aquellos y aquellas que se alegran de que las cosas, al final, siempre salgan bien.

HERMANA COSTALERA

Creo que muchas veces, una mirada, o solo un gesto, dicen mas que mil palabras.
Que tu Jesús amarrado como tu lo llamas, te siga dando fuerzas año tras año para seguir haciendo estos artículos que escribes, que seguro llegaran al fondo de los corazones de tus amigas costaleras, como han llegado al fondo del corazón de tus capataces.
Gracias a ti por amar, sentir, vivir, una Hermandad de Pasión, la nuestra, la de Jesús Nazareno.